LibreOffice y Oracle siguen dando noticias, era evidente que estaban condenadas a no entenderse. Algunos teníamos muy claro cuál iba a ser la reacción de ésta última tras el ofrecimiento por parte de The Document Foundation para una colaboración conjunta en LibreOffice. El apoyo que ha recibido The Document Foundation por parte de Google, Canonical, RedHat o Novell, no ha servido para que Oracle aceptara tal invitación y por supuesto, no donará la marca OpenOffice.
Lo peor es que la cosa no se ha quedado ahí, Oracle ha declarado poco menos que la guerra a LibreOffice y ha empezado a tomar acciones contra los desarrolladores “rebeldes”. Para empezar, Louis Suarez-Potts, desarrollador de OpenOffice y empleado de Oracle “sugirió” en una reciente reunión a los miembros de OpenOffice que también formaban parte de The Document Foundation, que cargos no eran compatibles con la pertenencia a ese otro “comité”, ya que representaban un “conflicto de intereses”. Tal cual. El mensaje, indicando dónde estaba la puerta fue, más que claro, cristalino:
“Your role in the Document Foundation and LibreOffice makes your role as a representative in the OOo CC untenable and impossible. [I]t causes confusion, it is a plain conflict of interest, as TDF split from OOo,” he told TDF members during a council meeting that took place on an IRC channel. “If the TDF members do not disassociate themselves from the [Document Foundation] then they must resign by Tuesday.”
La respuesta por parte de estos desarrolladores también ha sido contundente: 33 han abandonado el proyecto OpenOffice, muchos de ellos con una experiencia de 6 años. En palabras de Jacqueline Rahemipour, Co-líder del consejo de desarrollo de OpenOffice:
“Aunque se ha subrayado en varias ocasiones que habrá cambios a nivel técnico, no hay ninguna indicación de Oracle para cambiar de parecer cuando se trata de la organización y gestión de proyectos (…) Nuestra respuesta es clara: Queremos un cambio para poder darle a la comunidad y al software la oportunidad de evolucionar. Por esta razón, a partir de ahora vamos a apoyar la Document Foundation y como un equipo desarrollaremos y promoveremos a LibreOffice”
Pues ya están las cartas sobre la mesa. Con este éxodo, OpenOffice pierde mucho capital humano y LibreOffice recibe un espaldarazo, que unido al apoyo de las empresas arriba mencionadas, deben hacer de esta suite ofimática un producto abierto y competitivo. Esperemos que así sea.
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